domingo, 8 de junio de 2014

CAPITULOS


PRIMER CAPITULO

Todo empieza cuando Meursault recibe un telegrama del ancianato de Marengo en el que se le informa que su madre ha fallecido, por lo cual tiene que pedir permiso a su patrón y emprender el viaje. Al llegar se niega ver a su madre, En lugar de mostrar dolor se pone a conversar con el conserje, se mantiene distante con los amigos de su madre. El entierro le resulta pesado, tortuoso por el calor  de ese día. Regresa a Argel pensando en dormir, como si nada fuera pasado.

SEGUNDO CAPITULO

Ya es sábado, Meursault regresa del entierro a su casa. Nota que su patrón estaba descontento por lo días de licencia, él dice que no tiene la culpa ya que su mama se fuera muerto ese día  Va a bañase al mar y allí se encuentra con María Cardona, una antigua mecanógrafa de su oficina. Se bañan, la invita  al cine por lo cual pasan juntos la noche. Al día siguiente María se va porque tenía que ir a visitar a su tía. Meursault pasa el día en el balcón, describiendo a la gente que pasaba y cómo transcurre la tarde.

TERCER CAPITULO

Meursault vuelve al trabajo, habla con el jefe sobre su madre y después se va a almorzar con un compañero del trabajo, Manuel. Regresa a casa a dormir la siesta y vuelve al trabajo. Dice que esa es su hora favorita para trabajar. Cuando regresa a casa, se encuentra en la escalera con su vecino anciano y su perro que tiene sarna. Cuenta como el anciano trata siempre a su perro, insultándolo y maltratándolo, desde que el los conoce todos los días es así con la misma rutina. Después se encuentra con otro vecino, Raimundo, Le invita a cenar a su casa y hablan sobre mujeres con el que tiene una cordial relación, este tiene fama de mujeriego le contaba de  su vida, le demostraba su amistad y sobre todo y lo más importante fue que le habló de los problemas que tenía con una mujer. Este le pide a Meursault que le escriba una carta para enviársela a una amante se terminan  la cena y Meursault regresa a su cuarto a dormir.

CUARTO CAPITULO

Meursault va al cine con Manuel. Dice que nunca se entera de lo que pasa en las películas que hay que explicárselo todo. Después va a la playa con María y pasan la noche juntos, al igual que también almuerzan juntos. Presencian la pelea de Raimundo con su amante, él le estaba pegando. Por tal alboroto algún vecino llamo a la policía, la chica se va y el policía denuncia a Raimundo. Más tarde, Raimundo va a casa de Meursault y pasan juntos la tarde salen a pasear y hablan de lo sucedido, según la muchacha le era infiel y que si le hacía del favor de ser testigo. Al anochecer, el vecino del perro llama a su puerta y le dice que ha perdido a su perro Meursault le dice que ponga una recompensa pero el viejo se puso a renegar y insultar al perro y se retira, después vuelve al apartamento se le nota triste le pide disculpas a Meursault y le dice que sin el perro no sabría qué sería de él. Le habla de que vaya a la perrera a ver si está allí. Se despide mientras se va, se le oye llorar.

QUINTO CAPITULO

Raimundo lo llama a la oficina para invitarlo  a pasar el domingo en una cabaña de un amigo, cerca de Argel, Meursault le dice que si pero que tenía un compromiso con María  Raimundo le dijo que fuera con ella. Después de eso el patrón le propone enviarlo a una oficina que instalará en París  Meursault expresa que le da igual. Ante la pregunta de su jefe si no le interesa un cambio de vida, responde que nunca se cambia de vida, que todas valían lo mismo. Su jefe observa que jamás responde directamente que no tiene ambiciones. Por la tarde se encontró con María ella le  pregunta si quería casarse con ella. Después le pregunta que si la amaba. Él dice que no la quiere y que Para él, el matrimonio no es cosa seria. Pero si ella desea casarse él lo haría cuando ella lo disponga. Hubo silencio por unos minutos. María habla y le dice que él era extraño y frío que ella sentía que la amaba pero no lo demostraba, hablan de la propuesta del patrón la invita a Cenar en el bar de Celeste, pero ella no podía, Sé despidieron amorosamente.

Mientras el cenaba una extraña mujercita se sentó a su mesa, pidió la cena y extrajo una revista radiofónica en la que marco las emisiones. Esto le llamo la atención a Meursault. Él como no tenía nada que hacer, salió también y la siguió. Termino por perderla entonces, volvió a su casa, encuentra a Salamano desolado por la pérdida de su perro. Habla con él, lo escucha, se aburre pero como no tiene nada que hacer, ni sentía sueño, se queda con su vecino. No es el afecto ni la preocupación del otro lo que lo hacen quedar con Salamano. Sólo para poder dejar pasar las horas.

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